Sin querer y sin tan siquiera imaginarlo... la vida, nuestros planes, nuestros proyectos...han dado un vuelco inesperado teniendo que reprogramar rutinas que antes resultaban sencillas y ahora se antojan quimeras. Primero el coronavirus que tanto cambió nuestras vidas, y ahora una intervención militar que ocupó un territorio en el que no estaba invitado y que obliga a recalificar y reorganizar defensas y territorios, pactos y convenios de colaboración entre países, estrategias y suministros...con una afectación globalizada en las expectativas económicas y personales de millones de individuos.
Por ello hemos tenido que aprender a planear las cosas a muy corto plazo de tiempo, viéndonos obligados a tener que acostumbrarnos a realizar hipotecas de los sueños y renegociar las condiciones y los intereses de forma flexible y con expectativas efímeras
Son tiempos grises donde muchos hablan de buscar su reequilibrio a nivel personal,
tiempos de separaciones conyugales,
de despedidas
de decepciones y rupturas...
Pero seguro mañana saldrá el sol.
De eso se trata la vida
Es la vida...
La vida, a corto plazo
( mientras escuchaba Sailing, de Rod Stewart.
Y feliz porque en unas horas, veré a otro de mis clásicos favoritos en concierto: Van Morrison)
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