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cuando llegues enfadado/a del trabajo, de una reunión de compromiso, de una gestión...o simplemente cuando hayas tenido un mal día
Cuando sientas que has tenido que aguantar y soportar lo que no debieras...
Cuando sientas desánimo por haberse alterado tu mente por culpa o motivo ajeno
Cuando te hayan subido los colores provocados por la ira a las mejillas,
Cuando, en tu exquisita educación, hayas tenido que tragar las palabras para no alterar el equilibrio de quienes te rodean...
entonces...enciérrate en el baño. Ponte frente al espejo, y di en voz alta, con enfado, cuantas palabras malsonantes, tacos, juramentos, groserías... conozcas. Sin dejar de mirarte a los ojos.
Echarás fuera toda tu cólera...y asomará - seguro - una tremenda sonrisa que aplaque la furia
Y respirarás hondo
Ponlo en práctica. Recuérdalo. Sonreirás mucho