martes, 24 de abril de 2018

UN DÍA...¿CUALQUIERA?

Nos levantamos apresurados  para ir a trabajar siguiendo las rutinas de siempre al desperezarnos, asearnos, desayunar y dirigirnos hacia el puesto de trabajo...
o simplemente aprovechando el día de descanso como "un día cualquiera"...viendo pasar las horas y el tiempo con la inercia y repetición semanal casi matemática: misma hora del despertador, idénticos hábitos, con automatismo casi robótico para reiterar todos y cada uno de los "gestos" y pautas diarios.

Y nos hemos acostumbrado a que esas rutinas diarias, de madrugones y acelerones en la vida, de semáforos y prisas...de monotonía y reiteración...haga que lleguemos a ver como normal y con cierta apatía las células de la vida.

Sin embargo...si pensamos en que nos levantamos y nada nos duele... que respiramos, que podemos mirarnos frente al espejo y reconocernos...que podemos ser autosuficientes...que podemos ver el sol...
Si pensamos en la gente que está ahuyentando el miedo, soportando dolor, despidiendo a sus seres queridos, o tal vez, amoldándose a una nueva desgracia...
entonces,
nos daremos cuenta que NO ES UN DIA CUALQUIERA, sino una fortuna poder respirar sin interferencias.

Cada día debiera ser una celebración  de vida,  un aniversario diario
HOY,  NO ES UN DIA CUALQUIERA
LO CELEBRO, con más intensidad que ayer

¡¡¡VÍVELO como si fuera una fiesta!!!

Pero vívelo. No conviertas tu camino en un mortuorio

                                                                                ¿ Brindamos?






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