Comienza el otoño en mi tierra y se empiezan a ver rostros ateridos por el comienzo del frío a primeras horas de la mañana.
Esta tarde caminando fui hasta mi cafetería preferida. Y mientras tomaba café, apareció un hombre desaliñado con una cazadora que me resultaba familiar: la que tiempo atrás estaba en mi armario. Y sonreí. Y me agradó ver lo bien que le sentaba y sobre todo, lo que le abrigaría!.
En ocasiones busco en mi armario para organizar la ropa y aprovecho para deshacerme de aquella que seguro no volveré a poner, entregándola en ese café donde la propietaria, una mujer entregada a los demás y coordinadora de colectivos en situación de desamparo, localiza a gente necesitada de usar aquello que a nosotros nos parece ya innecesario.
Y lo de hoy me hizo reflexionar pensando en la cantidad de ropa sobrante que hay en nuestras casas ocupado un espacio ya "no deseado" … y sin embargo "super deseado" por otra tanta gente que no tiene para pasar el invierno. Y en lo mal repartido que están las cosas, donde en unos muchos existe abundancia y en otros tantos existe tanta escasez para cubrir necesidades básicas.
Y donde muchos tenemos "de más"... y otros echan "de menos"
Y donde muchos elegimos para comprar....y otros ni pueden comprar
Espero que al menos, si vaciamos lo sobrante de nuestros armarios, les demos la oportunidad de poder, simplemente, elegir, utilizar y disfrutar.
(Mientras escribía mis sensaciones, escuchaba " waiting on a friend", Rolling Stones. Y ellos, tal vez, esperan ese amigo)