Esta semana pasada, de forma repentina y sin avisar, he tenido que ingresar en un hospital por una dolencia benigna... pero extremadamente dolorosa
Días de pruebas y atenciones médicas, de tener que sufrir en mis carnes lo que siempre había observado como espectador cuidando a otros: pinchazos y pruebas, analíticas y sueros. calmantes y pautas farmacológicas
Y compartiendo habitación, a mi lado, un señor de avanzada edad con una intervención quirúrgica que pareciera le había seccionado el muslo una sierra eléctrica: Atenciones de urgencia en la noche, sangrados inesperados, curas y mas curas a todas horas para tratar de sellar sus heridas...dudas "vitales" sobre el éxito o fracaso de su intervención.
Y compartimos charlas acostados en paralelo sin apenas poder mirarnos como si estuviéramos echados sobre un diván de psiquiatra. Y absorbí frases y reflexiones que me parecieron absolutamente brillantes, expresadas con la naturalidad y sencillez de alguien que vivía en el campo y había aprendido todo de la naturaleza para conformar su humanidad...
Y cada hora que pasaba advertí su soledad. Y al segundo día que los médicos pasaban visita y salían al pasillo preguntando sobre familiares del señor para informarles de su cuadro clínico...solo había silencio.
Y sin pensarlo y de forma automática les sugerí que yo sería el "acompañante" del paciente, y que trasladaría la información al familiar o persona de su confianza que acudiera a visitarlo.
Y sin pretenderlo, me erigí en "cuidador" del paciente vigilando los niveles de suero y medicación, porque yo sólo estaba luchando contra el dolor...y el tal vez contra la muerte.
Y recibí el alta hospitalaria. Y salí sanado del dolor. Y al recoger mis cosas y despedirme de mi "compañero" involuntario, advertí al dejar mi cama vacía, que este, seguro, sanará de sus lesiones, pero tal vez enfermará de dolor...de SOLEDAD
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Caprichosamente se formó un hematoma de sonrisa y guiño de ojo |
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Entré con un dolor y salí temporalmente con otro distinto. Hoy sé que sí hubo alguien que finalmente fue a atenderlo.Participé con orgullo de los aplausos de las 20 h
oras que nos tuvieron acogotados en el peor momento.
Mi reconocimiento y aplauso silencioso, continúa. Gracias)